EL ARTE NO ES UNA ACCIÓN DE MERO SENTIDO ESTÉTICO, SINO UN PARTICULAR E INEVITABLE MODO DE PERCEPCIÓN DEL MUNDO Y LA VIDA EN GENERAL, UN MODO PARTICULAR DE RECIBIR LO QUE NOS ES DADO DESDE LA INTUICIÓN.
POR PESO PROPIO, OBLIGA A EDUCAR LA TÉCNICA QUE SERÍA EL MODO DE EXPRESIÓN MÁS APROPIADO PARA QUE ESO QUE YA EXISTE SEA PUESTO REAL Y TANGIBLE.
SER ARTISTA NO-SE-ELIGE.
EL ARTE NO DA LUGAR A SER UNA CUENTA PENDIENTE, SI ES VERDADERO NO DA LUGAR PORQUE SE VUELVE BÁSICO Y NECESARIO.
PARA RECONOCER A UN ARTISTA, FÍJESE DETENIDAMENTE EN LA EVIDENTE DIFERENCIA: HABLA DE ARTE O HACE ARTE?
PUNTO.
ÁSPERA.
lunes, 22 de marzo de 2010
domingo, 21 de marzo de 2010
Las del Domingo.
sábado, 20 de marzo de 2010
Mirá: Le hago honor a tu hipocrecía
me arrodillo ante vos y te sobo la hipocrecía de pies a cabeza, soy todo una reverencia a tu capacidad de ser tan elocuente en esa especie de profundidad que te inventás cual relato para niños con miedo al monstruo abajo de la cama, de vestidito y risita llana, y después me río, de toda la construcción del mundo que te hacés, toda tu locura disfrazada de cambio y de adultéz y de dolor, me río de tu ignorancia, de tu american way of life pintado de musiquita y de libertad mal entendida, de palabrerío elemental y trillado, y cuando atino a tocarte un poco el espiritu me quemo, todo el amor que tengo me es devuelto con algo asi como escupitajos y gritos pero con estilo, con carpita,siempre con la excusa de que tu corazón es más grande que el mío, te da verguenza y ni siquiera lo vés, qué verguenza tenés de tu persona porque no sos nada de eso que te gustaría ser, entonces es más facil que vos te rías de mi, porque yo si que tengo bondad, yo si que se hablar, sé decirte todo esto y te lo digo con la suma de mis días que son espontáneos y son honestos, y si, llorá, qué queres que te diga, el pelotudeo lo puedo bancar, pero la ingratitud es hermana del resentimiento, Nietzche decía que la reacción es la capacidad de activar la acción, la respuesta a un estímulo. Si esto no sucede entonces te volves resentido y sufris con la felicidad ajena. Y eso, yo lo relaciono con la maldad.
no se, vos fijate.
lunes, 8 de marzo de 2010
pibitas
Algo que me resulta muy cómico son las chicas, las jovencitas, que ya no están en edad de descubrir ciertas cosas porque teoricamente ya pasaron por esa etapa.
la de Hacerse la poética. Es decir: Cortazar si, escribia sobre el café y los amigos, pero idiota! Eso fue hace mucho y ya lo hizo Cortazar!
No me jodan, no les creo que toda su vida toma sentido si ven una pelicula blanco y negro que no se escucha una goma, o de pronto oH! toda la vida es hermosa si camino una tarde de lluvia por mi calle! Y lo más cómico es cuando dicen: Odio los estereotipos. Me recuerda a mis 16 años, odio las etiquetas, y no se dan cuenta de que son puro estereotipo, por escaparse de eso terminan convirtiendose en version de lo que odian, pero de peor calidad todavia, porque ni siquiera es orgánico ni sincero. Es inmaduro.
Listo,
ya descargué.
la de Hacerse la poética. Es decir: Cortazar si, escribia sobre el café y los amigos, pero idiota! Eso fue hace mucho y ya lo hizo Cortazar!
No me jodan, no les creo que toda su vida toma sentido si ven una pelicula blanco y negro que no se escucha una goma, o de pronto oH! toda la vida es hermosa si camino una tarde de lluvia por mi calle! Y lo más cómico es cuando dicen: Odio los estereotipos. Me recuerda a mis 16 años, odio las etiquetas, y no se dan cuenta de que son puro estereotipo, por escaparse de eso terminan convirtiendose en version de lo que odian, pero de peor calidad todavia, porque ni siquiera es orgánico ni sincero. Es inmaduro.
Listo,
ya descargué.
la honestidad no es lírica.
no nos encontramos de casualidad, nos hemos aprendido tan sin esfuerzo.
Algo así:
Como un paisaje inconstante
yo nos veo rondando, componiendo un cuadro
donde siempre falta un color
pero nunca sobra
nos veo así sencillamente
faena
juego
y hasta quiza historia
Ya sabía yo, en algún lugar lo sabía
que no ibas a ser siempre eso que eras
yo te quería de más
y sin estrellarme contra vos
con la medalla merecida de la incertidumbre
las noches se nos vinieron
o nos fuimos amotinando contra ellas
para ganárnoslas
cada vez mas noches
no se a esta altura
a veces las ganas
y a veces no
Qué imprecisa puedo ser si hablo de amor
el amor del compendio, del ritual
nos cuesta.
Ando amándote sin cuidado
que sería como decir sin miedo
Y también despacio
para saberte verídico, innegable
ya inevitable aunque me negase.
caminar, te dije
hacer con vos una batalla
de amor contra amor
de despasion- desdeseo
hacer el amor tambien
tenerte en siempre
en Sí
en guerra
para que duermas
y el fuego
o que me cuentes un chiste
o decirte basta.
Algo así:
Como un paisaje inconstante
yo nos veo rondando, componiendo un cuadro
donde siempre falta un color
pero nunca sobra
nos veo así sencillamente
faena
juego
y hasta quiza historia
Ya sabía yo, en algún lugar lo sabía
que no ibas a ser siempre eso que eras
yo te quería de más
y sin estrellarme contra vos
con la medalla merecida de la incertidumbre
las noches se nos vinieron
o nos fuimos amotinando contra ellas
para ganárnoslas
cada vez mas noches
no se a esta altura
a veces las ganas
y a veces no
Qué imprecisa puedo ser si hablo de amor
el amor del compendio, del ritual
nos cuesta.
Ando amándote sin cuidado
que sería como decir sin miedo
Y también despacio
para saberte verídico, innegable
ya inevitable aunque me negase.
caminar, te dije
hacer con vos una batalla
de amor contra amor
de despasion- desdeseo
hacer el amor tambien
qué será amor en la jerga de nuestro vínculo o el vínculo en la jerga de nuestro amor? Se me ocurre que decirte si y que digas no.
estas palabras sin hilo
el siempre espacio en blanco para completar de a dos.
Eso sería que tu conmigo y yo contigo:
tu cuerpo en algun lugar donde quepa también el mío.
y que seamos tan así de perfectos en el error.
tenerte en siempre
en Sí
en guerra
darte algo de todo.
para que duermas
y el fuego
o que me cuentes un chiste
o decirte basta.
tu cuerpo desayuno
ir hacia adelante
porque nos empuja el hecho
porque me ha sido dado
este asunto de vos y yo.
entonces no puedo negarmele
a esta seguridad inperfecta de que si, si, te amo.
jueves, 4 de marzo de 2010
arde, espera
miércoles, 3 de marzo de 2010
y san se acabó.
Cuál será el color de la libertad? De qué color es exactamente la libertad?
A mi esto de declararme a lo poeta muy bien no me salió nunca. De hecho algunos y solo algunos poetas, se me plantaron siempre de una manera tan agnóstica en cuanto a dichas declaraciones, tan rebozantes de belleza sin fundamento emocional sino cabalmente teórico y esquizofrénicamente metódico, que me volví más intérprete de sus propias emociones que de las mías, intentando escribir lo que quería leer, lo que quería que me escribieran a mi. Naturalmente no lo consigo. Termino sin hacer nada con las palabras propias ni las del otro.
Ni digo, ni me dicen.
Debe ser mi negación para con la lírica, me sienta bien el desorden de cualquier prosa mal puesta en cualquier lado, se me hace más acogedor. O mi tendencia a querer resolver el problema ajeno con armas propias, pero resulta que soy "acombativa"No me sale la guerrita. No me sale el mano a mano. Prefiero escribir lo que me gustaría que me escriban.
A veces cuando estoy demasiado desanimada se me ocurre salir al aire, mirar para arriba como esperando algún suceso revelador y resulta que arriba lo único que hay (y claro, tontita) es el cielo y llamate contenta porque un día ya ni cielo va a haber, y para adelante el día a día, que espanto de desánimo, y abajo bueno, un colchón y una tendencia hacia la gana de nada, que culmina con la acción de la nada propiamente dicha, llámese: tirarme en ese colchón que me está haciendo ojitos hace rato, dejar de negármele al adornado abandono y no levantarme por un buen tiempo que para mi serían muchas, pero muchas horas.
De pronto puedo ponerme naif muy groseramente, es decir bien a lo post moderno, e imaginarme que el colchón se eleva, y que los campos, los viajes, los colores y la paz y hacerme todo un video clip mental animado como los de cualquier bandita optimista y con connotaciones surrealistas, pero no, ni siquiera. Lo único que me parece medianamente tentador, bello y con algún tipo de sentido, alcance, valor u orientación es acostarme ahí y no levantarme para hacer absolutamente nada.
El por qué de esta pretensión no lo se. Como buena ciudadana tipo, hija pródiga del monstruo padre Occidente y sumida en la constancia insoportable de la ciudad, se me ocurre que este objetivo inmenso e inalcanzable de la nada se debe al exceso de ganas que experimento todos los días, cada hora de cada día. Debe ser que a veces a uno le desborda el huequito de la paciencia, del camino andado y por andar, el sector del optimismo, del todos los días, de la famosa sal de la vida y entonces bueno. Lo llamo cansancio.
Ahí es donde aparece la cuestión de la libertad. Si yo tuviera que decir qué es la libertad, y, qué querés que te diga, la libertad sería tirarme en ese colchón, o podría ser en un parque de la ciudad (porque no tengo otra cosa, porque soy de la ciudad) y que no me rompan mas las pelotas, porque al final para qué? para qué? ya lo había dicho Nietzche, Sartre y hasta Fromm que siempre tiene esa visión amable de las cosas: La libertad que me enseñaron me soba cada una de las partes que tiene mi existencia, al final yo estoy soberanamente cansada del pedido externo de lo justo, de la virtud y del amor, todo cháchara, todos caretas.
Entonces ahora, ahora que no escribí lo que quería leer, que no dije siquiera lo que yo quería decir, me encuentro en la dicotomía de hacer caso a mi libertad, que en realidad tiene el color que tengo yo y me dijeron que soy color azul, o hacerle caso al sentido del mundo que habito y que es más mi hábitat natural que mi propio sentido común.
Ese dilema queda abierto para otra ocasión y yo me voy a ir a pegar un baño, como para no salir a golpear a cualquiera que se me cruce por en frente, es eso o meditar, pero esto último me da un poco de miedo. A ver todavía si me vuelvo feliz.
A mi esto de declararme a lo poeta muy bien no me salió nunca. De hecho algunos y solo algunos poetas, se me plantaron siempre de una manera tan agnóstica en cuanto a dichas declaraciones, tan rebozantes de belleza sin fundamento emocional sino cabalmente teórico y esquizofrénicamente metódico, que me volví más intérprete de sus propias emociones que de las mías, intentando escribir lo que quería leer, lo que quería que me escribieran a mi. Naturalmente no lo consigo. Termino sin hacer nada con las palabras propias ni las del otro.
Ni digo, ni me dicen.
Debe ser mi negación para con la lírica, me sienta bien el desorden de cualquier prosa mal puesta en cualquier lado, se me hace más acogedor. O mi tendencia a querer resolver el problema ajeno con armas propias, pero resulta que soy "acombativa"No me sale la guerrita. No me sale el mano a mano. Prefiero escribir lo que me gustaría que me escriban.
A veces cuando estoy demasiado desanimada se me ocurre salir al aire, mirar para arriba como esperando algún suceso revelador y resulta que arriba lo único que hay (y claro, tontita) es el cielo y llamate contenta porque un día ya ni cielo va a haber, y para adelante el día a día, que espanto de desánimo, y abajo bueno, un colchón y una tendencia hacia la gana de nada, que culmina con la acción de la nada propiamente dicha, llámese: tirarme en ese colchón que me está haciendo ojitos hace rato, dejar de negármele al adornado abandono y no levantarme por un buen tiempo que para mi serían muchas, pero muchas horas.
De pronto puedo ponerme naif muy groseramente, es decir bien a lo post moderno, e imaginarme que el colchón se eleva, y que los campos, los viajes, los colores y la paz y hacerme todo un video clip mental animado como los de cualquier bandita optimista y con connotaciones surrealistas, pero no, ni siquiera. Lo único que me parece medianamente tentador, bello y con algún tipo de sentido, alcance, valor u orientación es acostarme ahí y no levantarme para hacer absolutamente nada.
El por qué de esta pretensión no lo se. Como buena ciudadana tipo, hija pródiga del monstruo padre Occidente y sumida en la constancia insoportable de la ciudad, se me ocurre que este objetivo inmenso e inalcanzable de la nada se debe al exceso de ganas que experimento todos los días, cada hora de cada día. Debe ser que a veces a uno le desborda el huequito de la paciencia, del camino andado y por andar, el sector del optimismo, del todos los días, de la famosa sal de la vida y entonces bueno. Lo llamo cansancio.
Ahí es donde aparece la cuestión de la libertad. Si yo tuviera que decir qué es la libertad, y, qué querés que te diga, la libertad sería tirarme en ese colchón, o podría ser en un parque de la ciudad (porque no tengo otra cosa, porque soy de la ciudad) y que no me rompan mas las pelotas, porque al final para qué? para qué? ya lo había dicho Nietzche, Sartre y hasta Fromm que siempre tiene esa visión amable de las cosas: La libertad que me enseñaron me soba cada una de las partes que tiene mi existencia, al final yo estoy soberanamente cansada del pedido externo de lo justo, de la virtud y del amor, todo cháchara, todos caretas.
Entonces ahora, ahora que no escribí lo que quería leer, que no dije siquiera lo que yo quería decir, me encuentro en la dicotomía de hacer caso a mi libertad, que en realidad tiene el color que tengo yo y me dijeron que soy color azul, o hacerle caso al sentido del mundo que habito y que es más mi hábitat natural que mi propio sentido común.
Ese dilema queda abierto para otra ocasión y yo me voy a ir a pegar un baño, como para no salir a golpear a cualquiera que se me cruce por en frente, es eso o meditar, pero esto último me da un poco de miedo. A ver todavía si me vuelvo feliz.
lunes, 1 de marzo de 2010
SUR
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