martes, 27 de abril de 2010

la vida idiota



HAY UN CIELO NARANJA Y BAJITO
COMO UN ESCAPE
LAS FORMAS DE UNA EXISTENCIA TAN PERFECTA EN SU SIMPLEZA.
ESO ES LA EXISTENCIA
SE PUEDE VIVIR SIMBÓLICAMENTE. SE PUEDE VIVIR Y PENSAR QUE EL CIELO ES NARANJA Y ESTÁ
BAJITO.


la foto es de un ruso del cual no encuentro nombre propio.

miércoles, 14 de abril de 2010

a ver si entendemos


En los libros hay letras impresas en páginas. Eso.
Anécdota, idea, certeza, duda, planteo, afirmación, pregunta, forma, verdad, persuación, figuración, representación, predicción, configuración, mentira, añoranza, pena, o ilusion o entusiasmo o rabia o tantas palabras más. Pero no son mas que letras impresas en páginas que no viven que no caminan, no salen a la calle a pelear ni se quedan llorando en casa, los libros no salen a matar, ni se cagan de hambre, ni se quejan ni se mueren, no levantan la frente ni piden perdón, asi que dejá de buscar la revolucion ahí, y dejá de buscarla también en tus charlas de sobremesa y en internet y en tu inoperante discurso político neoporteño porque no-está-ahí. Generaciones de quietos wannabe ya hay muchas. Mejor ser un quieto asumido, es tanto más digno.

libros libros!!

bue..
Hay demasiados escritores en este mundo actual y ninguno termina de decirme para qué escriben. Le ponen palabras a sus propias palabras. Eso es lo que hacen. pero eso no me explica nada y no es que pretenda tener una guía práctica del escritor moderno ni mucho menos (los escritores muertos y los más antiguos si lo sabían expresar), pero algún indicio de por qué hacen su arte vendría bien.
Tampoco entiendo por qué los muertos siempre son un referente mas valioso y eficáz de la belleza, la creatividad y lo correcto en términos literarios. Pero sucede. A mi me sucede.
Lo que más me interesa es creer que la escritura sirve sencillamente y no menos que para convertir la realidad en lo mismo resaltado, es decir, hacer un si mismo mas hermoso, que sería decir el mundo más hermoso, o la manera de pertenecer al mundo, o la manera de intentar encontrar algún hueco de pertenencia donde quedarse tranquilo en el mundo.
Después hay razones filosóficas y no poco convincentes pero tienen más que ver con el intelecto, y está muy bien que así sea porque hablamos de escribir. Después hay mucha gente que afirma que la literatura no es un arte, que es otra cosa. Tampoco dicen qué.

Supongo leer como un alivio a la soledad y no en sentido figurado. No es que leo cuando la casa está vacía y tengo miedo. De hecho cada vez leo menos. Pero leer es entonces un alivio a la otra soledad, la de siempre, uno lee a esos, todos esos, y entonces oh, es cierto qeu no estaba tan loca, o que estoy lo coherentemente loca, hay más melancolía en el mundo, hay ´más belleza y hay más desenfreno lúdico, siesta y chaparrón y todavía cafés que justifiquen la siesta y el chaparrón aunque ya tampoco tomo café. Hay todavía placer en la pesadumbre, porque hay reinvención, hay revuelo dulce, el escritor sabe lo que es la soledad y por eso escribe. Porque entonces está el otro de si mismo leyéndolo, diciendole que si, que está bien, que tiene razón y que tiene derecho a decir y sentir todo eso, tiene derecho a ser historia y a construir esa historia que el tiempo va a parir cuando el ya haya muerto hace mucho
.

sábado, 3 de abril de 2010

El triunfo del mouvement de mauvais goût!

Como un espiral hacia arriba, un grandioso bucle pintado por los días que pasan, voy cediendo a esta naturaleza de quererte, puedo decirte muchas cosas ahora, como podría leerte un libro o que me muestres una canción, o podría imaginar una mano mía en un espacio diminuto de tu piel que significaría lo absoluto, lo íntegro de tocarte o quererte cuando te toco.
Podría decirte cuentos, aspiraciones, o futuro, fuego, la noche o el amor.
Pero me es más significativo agarrar mis cosas (y las tuyas), y con esta especie de apremio tierno que sube desde tu imagen hasta mi, ir a buscarte el cuerpo,

buscarte la mirada esa que se te escapa con tu tan timidez alegre, como hilos o como partes finitas de nube atardecida,

se cuela en mis ojos que la reciben sin recortes ni acotaciones, como quien lentamente si quiere la cosa, una mirada tuya que es bien de verdad, de campo abierto o de mediodía o de lluvia pero de felpa también, blanda y vasta y alumbrada, y ahi me decís todo, y yo te puedo decir mas, pero todo eso que falta no va a ser aquí, ni en tu casa ni en la mía, quizá en un umbral frío, una hamaca, un puente, un barco, o alguno de todos esos lugares a donde vamos a estar o a donde sin saberlo ya andamos estando...



Los franceses a la palabra cursi la traducen exactamente como Mal Gusto. Ouch!

viernes, 2 de abril de 2010

JURAMENTO:

No quiero y no voy a ser parte del imaginario, de la rueda de fantasías y supuestos de todas las personas que me conocen.


No voy a someterme a salvar a cada ser humano de sus hipótesis y sus figuraciones de la vida y las relaciones.

No voy a hacerme cargo tampoco de mi propio imaginario. Yo soy esto que soy.


Tengo suficiente con la carga de este animal malcriado y pretencioso que es mi tendencia a colaborar. El que no puede verlo porque antes de eso ve su propia máscara y teme llegar a la raíz, que se curta.
En la raíz no hay excusas para el bueno ni el malo, ni para el dolor ni para la felicidad. Hay bondad y hay amor.



Lástima que no todo el mundo pueda considerarse lo suficientemente bueno como para aceptar y recibir la bondad del otro.


Charla estética.
Parque Centenario.

Puente Tristeza

También yo quisiera despertar un día y no tener que pensar en que el día próximo habrá que volver a despertar. Saber que cada despertar supone una nueva elección me aglomera, y algunas mañanas hasta me apena, me acongoja. Me da miedo. No es culpa del devenir, ni del hijo de puta que alguna vez le puso nombre al tiempo, ni de mis no demasiadas certezas morales, no es eso. Es que yo deseo ser al mismo tiempo, todo lo que puedo ser. No me he detenido nunca a observar la materialización de mi misma, siempre estuve esperando mañana para poder ser esto, pero también lo demás. Mañana es siempre una promesa, un espacio donde volcar la fe y el ensueño también. De pronto mañana resulta muy parecido a hoy. Allí es donde me desespero. A veces me olvido de que soy casi una totalidad de construcciones de un otro ente mayor, la sociedad, el mundo, dios, algo. Digo casi porque hay una-otra-parte que es la que dice esto, la que se pregunta y dice: también yo.También yo, porque tampoco entiendo como debe funcionar este engranaje de hechos y respuestas, también yo que cada tarde me siento acá y pienso cuál es la manera más cómoda y feliz de evidenciarme a mi misma, de plantarme como ser real y útil en el mundo. Un trabajo. Una casa. Las personas. Es eso lo que debo ser? Ah.. Ahí aparece: Me siento infame. Una ignominia que le dicen. Una cosa espantosa, falta de ser, de merecer, una inmoral, antiética, absurda, pendeja y pelotuda. O será que soy demasiado real para este circuito de creación humana. Me quedo con la segunda para no sufrir tanto.Me resguardo entonces en un fragmento de frío, volverme frío, ser el frío, el frío me es una imágen concreta. Es el frío de una sola manera y es siempre. Es tenaz, finito. No así el calor. El frío existe y se manifiesta seco, puntual, discreto en toda la luminosidad que guarda. FRÍO. Me salva eso. La visión de la vida desde una perspectiva precisa, delimitada. No condicionada, pero si exacta. Mi visión es otra. No puedo concederme el lujo de caer en la tristeza, no puedo abandonarme al horror, al espasmo diario, reflejo, cuando choca contra mi todo eso que no soy y que .porque el resto quiere-quiero ser. No puedo ceder a entender el mundo con desdicha y recelo, porque yo todavía creo, mal que les pese a tantos, que la vida y la libertad han de construirse desde la verdad y no desde el deseo. Ahí el frío. Inventarse el optimismo con altura, dar valor al instante, al momento en cero, a la enorme, o ínfima o perfecta o nefasta construcción que yo hice conmigo, ser un ser en el mundo, existir y solamente decir: soy yo. Yo también o sólo yo, alcanza y sobra para andar por la vida con la frente un poco más en alto. Porque sino se muere de angustia. Se muere de angustia. Y todavía no es el momento. Es un lujo que no quiero merecer.