lunes, 30 de agosto de 2010

miércoles, 18 de agosto de 2010

Como anillo al dedo

Hay gente que es artista sin tener conciencia de serlo. Entonces sueña como artista, vive su arte y su vida es un arte. Es gente que anda por ahí, sin pensar en la tierra ni en el cielo y que actúa en armonía con algo que la sociedad no quiere que exista y por ello se confabula para abortarlo, o destruirlo. Es una armonía que se establece con lo desconocido, por lo perverso, con lo reprimido, con la ansiedad de lo divino y con el deseo de matar, que es igualmente necesario. Esa armonía los hace artistas, y no tienen conciencia de serlo. Si tuvieran conciencia, quizás todos los prejuicios que existen sobre el significado que socialmente tiene “ser artista” harían que su acción vital se desvirtuara. Son inocentes. ¿Los hay? Sí, los he encontrado. Están en los loqueros, a veces debajo del agua, o en un bodegón. Me topé con una artista en Neuquén, parecía una piedra de oro tirada en la montaña. Hablando horas y horas con esa vieja mapuche supe que ella era la vida y era el arte. Me dijo que antes de hablar conmigo iba a soñar conmigo, que en el sueño descubriría si yo era o no una persona de confianza. Tuve la suerte que al otro día me hablara y pude entender la lengua del viento. Ella encarnaba todo lo que yo había puesto en la utopía del arte. Ella era la poesía, mientras tomábamos mate, me acariciaba la mano y escuchábamos al viento.

Cuando esos auténticos artistas toman conciencia de lo que son, racionalizando lo que son, esa conciencia los “ensucia” y dejan de ser lo que eran en el mismo momento en que lo descubren. El espejo se rompe en mil pedazos.

Hay también gente que tienen conciencia de lo que es el arte, a partir de la reflexión sobre lo que están creando. Y aquí surge otra vez la división.

Están quienes actúan de artistas, impostan de artistas y a partir de la cristalización de la pose y del rol pervierten y depravan el verdadero sentir del artista. Cuanto más crece el reconocimiento social más pronto se convierten en la máscara, en la payasada de aquello que, como hombres, alguna vez fueron.

Hay otros, los hay, los hay, que sufren con el peso de esa conciencia y pese a todo intentan mantenerse limpios, lo limpio que se puede ser en la gran cloaca. La pregunta que se hace esa clase de artistas es: ¿Estoy vivo o estoy muerto?

Yo creo que se responden, con vómitos y balbuceos. Creo que el artista de esta raza sabe que está muerto, condenadamente muerto, y tiene miedo de estar muerto y por eso hace arte. Para escapar de su muerte.

Vicente Zito Lema

martes, 17 de agosto de 2010

JULIO EL ESPIRITUAL

Julio: mirá, yo te admiro mucho y además de eso quiero decirte que algunas historias tuyas me aburren porque lo que me gusta es como las contás y dijo Borges que hay que escribir como si uno estuviera resumiendo la trama de una novela. Es una técnica perfecta, pero vos directamente escribís la novela mi Julio, y no resumís nada y es cuando a mi me gusta leerte, después están los cuentos que también te quedan bonitos. Eso me puede gustar mucho o aburrir sobremanera. Igualmente te sigo queriendo tanto porque contás las cosas con esa tan desprendida soltura, el detalle rústico, tu altura y tu glamour (aceptálo, querido) diluídos en la ligereza de tu más sencillez adulta, de tu más Julio infantil queriendo ser otro Julio, y todo eso te hace tan experimentado, tan claro en tu voracidad.
Pero no es la idea criticarte, es solamente que quería contarte, que te equivocaste Barbita querido, dijiste que no somos Budas, que acá no hay árboles donde sentarse a meditar. Si, ya se que lo que digo está fuera de contexto. Pero te agarré Julito, tu cargo de consciencia, sabés de lo que hablo, eras tan artista, pero tan artista, que no me vas a negar tu sentido de la magia y hablo de tu otra magia, no la de los recovecos interesantes en cualquier ciudad, cualquier cuerpo o algún barco, bueno. Es cosa nuestra, vos me entendés. El resto no importa. Te quiero mucho y te comprendo, porque eras un intelectual, si, agregale latinoamericano porque a tu ego y tu alma les gustaba esa verdad, pero también eras un tipo que hacía arte, que valoraba el arte y lo explicaba, ahí el tema de la locura, pero antes de la explicación no me vengas a decir que no tenías esa otra cosita haciendote ruido en el pecho, esa otra gana de ir más allá donde estás vos y lo demás que vendría a ser todo. También has hablado de eso, pero me refiero más profundo, más adentro todavía.
En fin, no voy a explicartelo porque ya lo sabés, ya lo sentiste, y te lo llevaste con vos. Yo estoy segura de mi teoría y lo más tierno de todo, es que si estuvieras acá, solamente te reirías irónico, te tomarías un vino, mirarías el vaso, prenderías un cigarrillo y me contarías la biografía no publicada de Buda y todos esos pobres tipos y pondrías un jazz o una chacarera y yo sentiría mucha pero mucha bronca.

Ruta del Lipán

¿Soy yo que no advierto los caminos que tiene para mí este núcleo de gentes y cosas, que no puedo seleccionar una de estas mil opciones, todas gloria, todas honor, esmerado renombre? ¿Soy yo que no tengo nivel para tanta delicia pulcra, tanta hermosura de vida posible?

¿O es mi ciudad que me exige esta violencia que no tengo, y me la saca de donde puede, con tal de no evidenciarse tan miserable, o soy yo la miserable?

¿Soy yo la no actriz? ¿Soy yo la no correcta trabajadora fuerteperfilcomercialvocaciónde servicioidiomainglésfluído?

¿O es este montón de días sujetados entre sí galopando invasivos hacia un futuro que no es mío sino de otros que no quiero conocer?

No es la ciudad, pero tampoco toda yo, esta yo que me dicta lo que escribo, esta yo que escribe lo que escucha tampoco es la culpable. No es el ente mayor que domina y apresura a bocina y alarma, no es mi gente, no es este invierno corrompido en tanto gris y tanto exceso y noche y seco. Somos todos, digo por ahí que somos todos.



Quiero tu desolación blanda y clara , para decir basta y

vamos

y ahora o tal vez,
sabiendo que estás conmigo si lo digo,

quiero saber que todavía hay una canción tuya para que me la prestes,
y un llano largo y calmo para andarlo,
todavía una luz y todavía otra forma distinta de apresurarse.

Que me abraces.

Te extraño, y

A veces me acuerdo de que te estoy fallando mi tierra...



sábado, 14 de agosto de 2010

El segundo "tal", por ejemplo digamos el número 21, por decir alguno de todos los segundos posibles, existe únicamente en el segundo 21. Desde el segundo 21 al segundo 22 hay otra porción de tiempo, porción de OTRO TIPO de tiempo, un tiempo diferente que se une al tiempo llamado segundo, que es como una suspensión coherente y verdadera, como el silencio que aún es música en un pentagrama. Me preguntaba qué era esa porción sutil e invisible entre segundo y segundo, era no.tiempo.? Era tiempo en el tiempo.? Como un hueco en una nube, que no es nube ni es aún cielo, como un tránsito en reposo hasta la próxima estación.
Después de 5 minutos de pensar así, me acordé que lo que hay en el medio son milésimas, y fue muy frustrante.

martes, 10 de agosto de 2010

¿no es fenomenal?

Por primera vez de manera totalmente contundente, No quiero ser otra. Ni un poquito otra. Me gusta ser quien soy.

sábado, 7 de agosto de 2010

Arte y revelaciones

Es cierto que todos tenemos revelaciones, momentos de iluminación trascendental sobre cualquier tema, que nos aclaran completamente nuestra visión del mundo y nos predisponen a cualquier nueva etapa, y que esas conclusiones, generalmente pertenecen al sentido común colectivo y que uno es el último orejón del tarro y se viene a enterar justo ahora. Pero bueno, sucede y de eso se trata la "emoción" de ir creciendo por la vida.

Esbozo:

Es ahora OBVIO, que no voy a ser una impresionante, deslumbrante, maravillosa, increíble, exuberante e insuperable actriz. Porque ahora tengo muy pocos años de edad.

No creo en la memoria emotiva como camino seguro hacia la buena interpretación y de hecho siempre me pareció una técnica verdaderamente autodestructiva e inútil en el campo del comediante (?) Pero:
Si. Hay casos aislados, ponele, que lo requieren. y esto es así.

Cuanto más crezco, más situaciones, emociones y sensaciones experimento, y con ello va el cuerpo. Hace unos años, había energías a interpretar que no conocía. Lo que se puede extraer de la memoria emotiva no es precisamente el recuerdo, la vivencia, como una especie de reencarnación en el pasado, sino las energías, lo que le pasó a mi cuerpo en esa situación, con esa sensación. Hay cosas que todavía no viví, que no sé lo que significan, más que en la esfera intelectual. Como todos sabemos, el teatro se basa en acción y el instinto y no en la inteligencia, por lo cual no me alcanza con saberlas, me hace falta vivirlas. Me sirve vivirlas y conocerlas para que sean realmente genuinas (bueno, me gusta el realismo, y qué?)
Así que perdí mi miedo a no ser la mejor actriz, porque no lo soy y no lo voy a ser por más que lo intente. Además porque la experiencia de vida en cuanto al tiempo acumulado de presencia en la tierra, sirven sencillamente para aportarnos seguridad y noción de quién somos y qué carajo estamos haciendo cuando hacemos algo.
Supongo que a los 30-40 años es cuando un actor puede definirse bueno o no bueno.

o algo así.

viernes, 6 de agosto de 2010

Julio Cortázar:
Me hubiese gustado que fueras mi tío e ir a visitarte en vacaciones, y que tuvieras un campo con una casa y una biblioteca y tu cámara de fotos bizarra. Pero bueno, no se dio.

creer o implosionar


_Y, dígame, usted a qué se dedica?
_A soportarme...



Esperé tres cuartos de hora. Y dos minutos.
Estuve esperando. Soy esperando.
Bueno está bien, estoy esperando todavía.
Bueno, son más de tres cuartos. Un poco más, o mucho más.
Me levanté ayer y esperaba algo. Hoy me sucedió igual. Será porque anoche me dormí pensando que hoy no esperaría, esperaba no esperar. ASí que esa espera continuó.

No se desde chica. Pero más o menos.
Quizá hace muchos años de mi vida, soy una persona que espera.
Sic

Espero todo el tiempo que pase algo. No es lo mismo que esperar que pase algo todo el tiempo.
Yo sólo espero todo el tiempo que pase algo, con una sola cosa me basta.

Lo más intenso que me pasó en el último cuarto de hora fue tragar yerba (durante 24 hora en este blog se pudo leer: tragar llerva) y me recordó a la vez que me tragué una mosca que vino adentro de la bombilla que compré en el chino de enfrente. Todavía tengo yerba en la garganta, la mosca.

La espera si. Desespera.
he de implosionar con mi mayor desenfado, despacito y sin apuro.
Digo esto porque es lo más llamativo que encuentro en mi pulcra vida que tiene el ritmo de un vals en un tocadiscos que se traba y se come el sonido, le anda mal el volúmen y repite mil veces la misma canción.

lunes, 2 de agosto de 2010

hacer o reventar

Una tristeza de Domingo. (Una) Pero es Lunes, a la hora de la tristeza de Domingo, con un clima de lo más espantoso. Se me ocurre detestar a Buenos Aires porque a algo hay que echarle la culpa. Y de todas maneras detesto a Buenos Aires sin proponerlo demasiado.
Supongo que detestaría cualquier ciudad con este clima pero al menos en.
Extraño eso de estar alegre en la sencillez. Les doy la razón a todos: que se maten. Ahora la sencillez me da asco. El silencio me da asco. La gente, con sus razones, el clima, las ganas, una caja, no hay mate, algo quema, algo silba o zumba no se, alguien vuelve con frío, otra de mí ríe y ésta que pide, basta, me voy. Pa no pensar, ni ando, ni desacuerdo, ni impongo, ni sufro. Me voy con la violencia de esta corriente, me voy, total. Ahogado por ahogado el asunto.

Que diluvie. Que explote, que hiele, que arda. Que se estampe contra el cielo todo esto y se desarme. Total. Que vuelva diluvio al menos reciclada, la mugre.


Hay que dormir, hacer yoga, amar, reirse o pegarse un tiro. El resto no funciona.